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Camino a Finisterra y Muxía

También citado como Prolongación Jacobea a Fisterra-Muxía y Prolon-gación Jacobea al Finisterre. Ruta Xacobea en el oeste de Galicia. Parte de la ciudad de Santiago de Compos-tela y lleva al cabo de Fisterra, considerado hasta el final de la Edad Media el extremo occidental del mundo conocido, y al santuario costero de A Virxe da Barca, donde, según la tradición, María se apareció al apóstol Santiago en una pequeña nave de piedra.

Lo primero que hay que destacar es que no se trata de un camino a Santiago. En este caso la meta se convierte en el punto de salida. Por eso se cita también como Prolongación Jacobea al Finisterre. Así la denominan la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino y la Asociación Gallega (Agacs).

¿A qué obedece esta aparente contradicción: un camino que comienza en la meta? El motivo hay que buscarlo en las indudables raíces precristianas de esta ruta que conducía desde tiempo inmemorial al extremo occidental del mundo conocido, al lugar donde el sol desaparecía sin remedio. La marítima Costa da Morte, donde concluye este camino, recibe su relativamente reciente nombre, sostienen algunos, por ser la “costa de la muerte del sol” o, según otros, por ser donde “moría” la tierra conocida.

Era, en cualquier caso, el punto donde finalizaba el mundo ccddconocido y se abrían todas las incógnitas. Un lugar así tenía que ejercer un enorme atractivo y temor para los antiguos pobladores y para los espíritus más inquietos llegados desde la lejanía. Más de una vez se ha apuntado que en este viaje ancestral, precristiano, al final del mundo conocido podría estar el origen remoto del propio Camino de Santiago.

Sea como fuere, lo cierto es que la Iglesia medieval trató de integrar la fuerte tradición mágico-espiritual del lugar en el universo jacobeo. Lo hizo, al menos, desde la Alta Edad Media. Sería así como el finis terrae se coló en los orígenes de la tradición jacobea. Lo demuestra el Codex Calixtinus (s. XII), que lo incluye entre los escenarios del traslado a Galicia del cuerpo del Apóstol. Se reforzará esta acción con la construcción, en las inmediaciones del cabo Fisterra, del santuario del Santo Cristo, de origen medieval, que logrará un gran arraigo popular.

Con la misma lógica sincrética se integraría en el mundo jacobeo y cristiano, desde la Edad Mdia, el cercano pedregal marino y pagano de A Virxe da Barca, en Muxía. El lugar comienza a citarse como el punto geográfico más extremo al que llegó Santiago en su predicación, motivo por el cual (se justifica allí) se le apareció María, que llegó en un barco de piedra. El peso indudable de los dos protagonistas del milagro y el simbolismo del lugar hizo que el santuario se consolidase como uno de los de más fuerte arraigo de Galicia. La Iglesia cerraba así el círculo de la conversión al cristianismo del extremo occidental: tras llegar a Santiago, ante el Apóstol, se completaba la peregrinación visitando al Salvador y a la Virgen.

El gran número de viajeros y peregrinos europeos que, una vez en Santiago, seguían camino hasta Fisterra y Muxía, incluso después de la Edad Media, evidencia la fuerte tradición mística y mágica del lugar. Casi todos ellos iban en busca del ancestral mito del finis terrae, como dejan entrever los relatos, pero también de las tradiciones jacobeas nacidas a lo largo de la Edad Media.

Este doble atractivo, este complejo trasfondo nacido de su singular situación geográfica, sigue tan vivo como siempre y es la base de su éxito. El Camino de Fisterra-Muxía es el segundo itinerario jacobeo más concurrido tras el Francés y, sin duda, el más cargado de misticismo y nuevos ritos, en muchos casos ajenos a las creencias católicas. Es algo que se sigue percibiendo en ambos escenarios (Fisterra y Muxía) a poco que se observe con atención. El cristianismo no ha logrado ocultar todavía (siglos después) las sombras etéreas que siguen rozando el telón.

La Iglesia actual, que al mismo tiempo teme el sentido iniciático que muchos dan a estos lugares y acepta la peregrinación con sentido cristiano a los dos santuarios citados, no reconoce este camino como Ruta Jacobea: su meta no está en Santiago.

LA RUTA

FISTERRA

Municipio de 4.959 habitantes en la Prolongación Jacobea a Fisterra, A Coruña. Su capital municipal está a 84 km de Santiago. La localidad de Fisterra, villa marinera y jacobea, es una de las metas del peregrino que sigue la Prolongación Jacobea. Una sinuosa carretera permite alcanzar el faro, a 3 km desde el centro del pueblo, mientras que el santuario de A Nosa Señora da Barca (Muxía) está a 29 km. La villa conserva aún un importante núcleo con estructura marinera, con casas dotadas de los típicos balcones y patines, aunque muy alterado urbanísticamente, en el que destacan el histórico castillo de San Carlos (s. XVIII) y la capilla barroca de Nosa Señora do Bo Suceso. El interés histórico del municipio viene dado por su excepcional situación geográfica junto al cabo Fisterra y el fin del mundo conocido en la antigüedad.

Cronistas, viajeros y peregrinos de todas las épocas se han ocupado tanto del pequeño pueblo marinero como de todos los hitos históricos que acoge el municipio: la antigua y misteriosa ciudad de Duio, desaparecida bajo las aguas y de gran importancia en la leyenda jacobea de la translatio; el inmenso y remoto promontorio Nerio o cabo de Fisterra, bajo cuya mole se guarda la pequeña villa; la ermita de San Guillerme, en lo alto del promontorio y sus cultos de fertilidad; las viejas leyendas que envuelven estos parajes del fin del mundo, o el Santo Cristo da barba dourada que acoge la cercana iglesia de Santa María das Areas. El pueblo de Fisterra, que le muestra una intensa devoción, representa por Pascua la Resurrección de Cristo en el campillo anexo al templo parroquial, siguiendo unas pautas que seguramente tienen origen medieval. La representación ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, e incide no en la muerte, como es común en otras partes de España, sino en la Resurrección, curiosa tradición en unas tierras donde muere el Sol en el punto más extremo del antiguo occidente, para renacer siempre, encajando todo en un mensaje global perfectamente entendido por los peregrinos de un finis terrae volcado a la esperanza y el renacer tras un largo camino.

Los primeros documentos sobre esta localidad aparecen el año 1199, en el testamento de la hija del conde de Traba, Urraca Fernández. En él se hace donación de la eclesie Sanctee Marie de Finibus Térre. Fisterra permaneció largo tiempo vinculada a la familia de los Mariño. Uno de sus miembros, Vasco Pérez Mariño, obispo de Ourense, donó el Cristo, emblema de la villa, que se conserva en una capilla independiente en Santa María das Areas. La propia situación geográfica, que hizo que mucho de lo bueno y lo malo llegaran directamente del mar, motivó que fuera asolada por los piratas en distintas épocas de su historia. El corsario Harry Pay la arrasó y una escuadra francesa no se limitó a atacar impunemente el pueblo, sino que se llevó el cuerpo del propio San Guillerme. No se libró tampoco Fisterra de la invasión francesa en 1809, en la que sufrió el saqueo general y el incendio del castillo de San Carlos.

MUXÍA

Localidad de 6.640 habitantes (39 m), situada al final de la Prolongación Jacobea a Fisterra, A Coruña. A 82 km de Santiago por Dumbría, a 113 km de Santiago por Fisterra y a 29 km de Fisterra. Villa marinera por excelencia, que conserva sus antiguos secaderos de congrio junto al mar y también tradiciones relacionadas con la confección de encajes. La vocación jacobea de Muxía viene condicionada por dos factores fundamentales: el santuario de A Nosa Señora da Barca y todas las tradiciones marianas y jacobeas que lo ro-dean -incluida una de las grandes romerías de Galicia-, y la cercanía e influencia del histórico monasterio de Moraime. Ambos, A Barca y Moraime, han ido conformando la historia de la villa y también su leyenda.

Tuvo Muxía, al igual que Moraime, hospital de peregrinos ya en épocas tempranas. Situado cerca de la iglesia parroquial de Santa María y bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, hay noticias de este -y de su precario estado- en el año 1589: “En la villa de Muxía ay otro hospital que esta junto a la Yglesia; tiene su capilla y su casa baxa donde bibe el hospitalero y encima esta doblado con su sala y un aposento: está bien reparado y tiene alguna ropa, tiene de renta un ferrado de trigo y unas casas que son la mitad de la casa en que bibe Vilaboa en la plaza y otra mitad de otra casa junto a la yglesia queta bacia y un quarto de otra questa cayda.”

El historiador Antón Pombo señala el interés de los prelados compostelanos en este hospital a raíz del auge de la gran romería de A Barca en el siglo XVIII. Hoy en día, siguiendo con su tradición de acogida, Muxía ofrece a los peregrinos un moderno albergue en la parte alta de la villa.

El recorrido de los peregrinos por Muxía viene condicionado por su marcha hacia el emblemático santuario, el gran final de su Camino, situado junto al mar, a quinientos metros del centro de la villa, por el Camiño da Pel. Aunque la estructura urbana tradicional de Muxía está muy condicionada por las modernas edificaciones construidas en los últimos años, se conservan aún algunas construcciones de rancio sabor marinero. Destaca sobre todo en Muxía, al pie del antiguo camino hacia el templo, la hermosa iglesia parroquial de Santa María, que se alza airosa sobre el mar exhibiendo un estilo romántico tardío o de transición. Pocas noticias se tienen sobre su origen, salvo una bula del papa Inocencio III (1203) que donaba el templo, con sus pertenencias, a los cistercienses de Carracedo. De una sola nave y con arcos apuntados sostenidos por columnas, un arco triunfal da paso al ábside. A través de una puerta ojival, adosada al muro norte, se accede a la bonita capilla gótica del Rosario, de finales del siglo XIV. 

EL TIEMPO AHORA EN FISTERRA

FISTERRA PREVISIÓN

EL TIEMPO AHORA EN MUXÍA

MUXÍA PREVISIÓN

RESUMEN

Punto más alto 470 m

Punto más bajo 0 m

Distancia total 124 km

Desnivel positivo 2.150 m

Desnivel negativo 2.350 m

Punto inicial Fisterra/Muxía

Punto final Santiago de Compostela

Nº de etapas 5/10

Dificultad Fácil

Duración estimada 5/6 Días

Porcentaje de tramos pavimentados 31% de zonas urbanas

Porcentaje de tramos sin pavimentar 69% de camino natural

TIPOS DE VÍAS

Sendero de montaña: 

Sendero: 5,25 km

Senda: 45,9 km

Vereda: 5,49 km

Calle: 16,3 km

Carretera:  45,3 km

Carretera nacional:5,96 km

Fuera de vías conocidas: 238 m

TIPOS DE SUPERFICIES

Pista alpina: 

Camino natural: 3,00 km

Pista no pavimentada: 15,2 km

Camino de grava: 19,1 km

Pista pavimentada: 36,2 km

Asfalto:  36,9 km

Desconocido: 14,0 km

MEJOR ÉPOCA PARA HACERLO

ENERO | FEBRERO | MARZO | ABRIL | MAYO | JUNIO | JULIO | AGOSTO | SEPTIEMBRE | OCTUBRE | NOVIEMBRE | DICIEMBRE

MAPA DE UBICACIÓN

CONSEJOS

Caminata difícil. Se necesita muy buena forma física. Sendas de fácil acceso. Para todos los niveles.

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