También denominado Camino Monacal por la presencia de numerosos monasterios a lo largo de su recorrido, esta era una de las rutas principales elegidas por aquellos peregrinos procedentes de Oporto, o por los que llegaban a la península en barco desde la costa portuguesa.
Si bien el origen de esta alternativa por la costa portuguesa se remonta a la misma época que el Camino Portugués tradicional, no fue hasta 2009 que la Xunta de Galicia la reconoció como ruta jacobea oficial, comenzando así una recuperación que ha favorecido el incremento anual y progresivo tanto de caminantes como de bicigrinos.